La econometría es una rama de la economía que aplica métodos estadísticos y matemáticos para analizar datos económicos y desarrollar modelos que permitan entender relaciones entre variables (literalmente, “variables” son datos que varían, como el peso de una persona y la cantidad de calorías que consume al día).
El objetivo principal de la econometría es cuantificar y verificar teorías económicas, haciendo uso de datos reales. A través de técnicas econométricas, los economistas pueden, según la opinión editorial de “El Econometrista”:
1. Estimar relaciones económicas de causalidad:
Se debe destacar que el econometrista, en el caso más simple, intenta validar una relación causal, lo que se representa matemáticamente como una función, por ejemplo:
Calificación Obtenida del Alumno “i” = Horas de Estudio del Alumno “i” + Desviación del Alumno “i” por otras causas
Explicación:
- Tiene sentido pensar que un alumno que estudió más horas obtendrá una mayor calificación.
- También tiene sentido que dos alumnos que estudiaron las mismas horas pueden obtener calificaciones distintas.
- Incluso uno que estudió menos, pudo obtener una calificación más alta (pero estaríamos de acuerdo, probablemente, en que no sería el caso más frecuente).
Supongamos la siguiente tabla de datos, con calificaciones del 1 al 10:

Vemos que hay una “relación positiva” de algún tipo entre horas de estudio y calificación. No es perfecta y tiene excepciones, como, por ejemplo, quien más estudió no obtuvo la nota más alta, ni quien menos estudió obtuvo tampoco la más baja.
A modo de introducción, dejaremos establecido que se escribe de la siguiente forma una hipótesis econométrica por demostrar (esto lo aprenderemos en futuras clases):

Los alumnos son “i” que pueden tomar valores del 1 al 10, en este caso, para la alumna 1, es decir, Alejandra Pérez, su ecuación es:
10 = 15 + Desviación de Alejandra
Por el momento, no introduciremos el concepto de desviación o error (si te fijas, usé ambos conceptos indistintamente), pero sí es importante familiarizarse con la notación matemática. Si te percatas, la desviación de Alejandra fue de -5.
Gráficamente se vería así:

Cuando entiendas una regresión lineal simple (con una variable explicativa, como este caso, en que sólo hemos utilizado las horas de estudio), te percatarás que la econometría más básica no busca más que estimar la Ecuación de la Recta que minimiza el error, que en este caso es la recta que vemos. Excel la hizo de manera automática al solicitarle un gráfico recomendado.
2. Validar o refutar modelos teóricos con datos observados
La diferencia con el uso del punto 1, es que sabemos, más o menos a ciencia cierta, que quien debería estudiar más, debería, en teoría, obtener una mejor calificación.
Lo que vimos anteriormente como concepto matemático se llama “Regresión Lineal” (si lo graficamos en un plano cartesiano, es una línea recta, tal como vimos).
El punto es que en una investigación habitual no es tan claro necesariamente cómo una variable afecta a la otra y debemos investigar, primero levantando datos, y luego estimando la ecuación de la recta del dibujo.
Para que te hagas una idea de la potencia de esta idea, es que los métodos estadísticos son los mismos que utiliza la medicina a la hora de probar la eficacia de un medicamento, con grupo de control y grupo experimental. Son técnicas más avanzadas, pero en esencia, derivados de este razonamiento simple.
Una pregunta interesante y que investigaremos en futuros informes es, por ejemplo: ¿la tenencia de armas responsable disminuye o aumenta los homicidios intencionales, y, en consecuencia, la delincuencia en un país?.
3. Hacer predicciones sobre el comportamiento futuro de variables económicas
Como editorial en “El Econometrista”, advertimos que este es uno de los puntos más polémicos de la econometría. Existen numerosos artículos sobre el uso y abuso de la econometría para “predecir cosas” como el tipo de cambio o el crecimiento del PIB de un país.
El estadístico y filósofo Nassim Taleb en su libro del año 2001, “Fooled by randomness” (“Engañados por el azar” y mal traducido como “¿Existe la suerte?”), explica de manera clara y razonable como economistas intentan predecir lo impredecible, como el valor del dólar en nuestra moneda local el día de mañana, utilizando la econometría. En El Econometrista concordamos con esta visión y no creemos que ningún modelo prediga el futuro, y se debe ser extremadamente cuidadoso al indicar cuando estamos meramente explicando lo que ha sucedido, que no tiene por qué tener una relación exacta con el valor futuro de las variables.
Por ejemplo, en países como Chile y Perú el tipo de cambio baja (el peso chileno o el sol peruano se fortalecen) cuando el valor del cobre aumenta, ya que entran más dólares a la economía de estos países. Los economistas suelen buscar explicaciones para predecir el valor del cobre futuro y así el tipo de cambio, pero esto suele ser impredecible. En un futuro analizaremos errores de economistas que pasan desapercibidos ya que, en general, el periodismo no les da la cobertura correspondiente una vez pasada la predicción, según explica el mismo Taleb.

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4. Evaluar el impacto de políticas económicas
Mediante la investigación de mercado (levantamiento de datos) se puede hacer algo más razonable que la mera predicción. La econometría suele ser útil aquí ya que puede ayudar a esclarecer -y así lo ha hecho durante décadas- sobre qué medidas económicas suelen favorecer a los países, a los más pobres, etc.